martes, 31 de julio de 2012

The Matrix y el mito de la caverna


Andy y Larry Wachowski sorprendieron al mundo entero en 1999 con The Matrix. Esta película supuso toda una revolución debido a sus efectos especiales, la estética de sus personajes y el mensaje que transmitía.
            Los hermanos Wachowski no dudaron en reconocer la gran cantidad de influencias que tuvieron a la hora de escribir y dirigir su obra: Ghost in the Shell, Neuromancer de William Gibson, 1984 de George Orwell o el mito de la caverna de Platón.
            Tanto Ghost in the Shell como Neuromancer o 1984 son notorias obras de la ciencia ficción que cualquiera puede leer o visualizar para apreciar las similitudes con The Matrix, pero el mito de la caverna de Platón es una influencia con más difícil acceso para el público no versado en filosofía.
            En este post haré una breve exposición del mito de la caverna y mostraré sus similitudes con la obra de los hermanos Wachowski.

La teoría de las Ideas

            Para poder entender el mito de la caverna es indispensable que explique la teoría de las Ideas de Platón.
            La teoría de las Ideas representa el núcleo de la filosofía platónica, el eje a través del cual se articula todo su pensamiento. No se encuentra formulada como tal en ninguna de sus obras, sino tratada, desde diferentes aspectos, en varias de sus obras de madurez.
Tradicionalmente se ha interpretado la teoría de las Ideas de la siguiente manera: Platón distingue dos modos de realidad, una, a la que llama inteligible, y otra a la que llama sensible. La realidad inteligible, a la que denomina "Idea", tiene las características de ser inmaterial, eterna,  por consiguiente ajena al cambio y constituye el modelo o arquetipo de la otra realidad, la sensible o visible, constituida por lo que ordinariamente llamamos "cosas" y que tiene las características de ser material, corruptible, (sometida al cambio, esto es, a la generación y a la destrucción), y que resulta no ser más que una copia de la realidad inteligible.
La primera forma de realidad, constituida por las Ideas, representaría el verdadero ser, mientras que de la segunda forma de realidad, las realidades materiales o "cosas", hallándose en un constante cambio, nunca podrá decirse de ellas que verdaderamente son. Además, sólo la Idea es susceptible de un verdadero conocimiento, mientras que la realidad sensible, las cosas, sólo son susceptibles de opinión.
            Lógicamente la Teoría de las ideas es mucho más compleja que todo esto, Platón invirtió gran parte de su vida en desarrollarla y existen cientos de libros que la analizan, interpretan y desarrollan, pero esta brevísima exposición da una idea aproximada y nos es suficiente para entender el tema central de este post.

El mito de la caverna


            Al principio del Libro VII de La República Platón expone el mito de la caverna:
Imaginemos una profunda cueva donde en el fondo de ésta se encuentren un grupo de hombres que han vivido encadenados a las paredes desde el día de su nacimiento. Dichas cadenas les sujetan el cuello de forma que son incapaces de girar la cabeza y todo lo que pueden hacer es mirar la pared del fondo de la caverna.
            Justo detrás de estos hombres encadenados hay un muro con un pasillo y una hoguera. Más allá se encuentra la entrada a la profunda caverna. Por el pasillo del muro circulan hombres que llevan consigo todo tipo de objetos y cuyas sombras (gracias a la luz de la hoguera) se proyectan en la pared del fondo de la caverna, la única pared que los prisioneros encadenados desde su nacimiento pueden ver.
            Debido a su condición los hombres encadenados consideran como su realidad y su verdad las sombras en la pared. Están condenados a creer que sólo son ciertas las sombras que se reflejan en la pared puesto que es todo lo que pueden percibir ya que son ajenos a lo que ocurre a sus espaldas.
            Imaginemos ahora que uno de esos prisioneros fuese liberado de sus ataduras y obligado a mirar directamente a la hoguera. El brillante y cegador fuego se convierte repentinamente en una nueva realidad, es además una realidad más compleja debido a que es fundamentadora de su antigua percepción del mundo, reflejando el error en el que había esta sumido.
            Tras comprender su nueva situación el prisionero es forzado a continuar su camino y debe salir de la cueva a través de una escarpada pendiente. El durísimo ascenso le provoca heridas y magulladuras. Pero su gran esfuerzo es recompensado con la visión del mundo exterior. En él es capaz de ver las verdaderas cosas que antes solo podía percibir en las sombras reflejadas en la pared de la caverna, es conscientes de que lo que ahora ve son los verdaderos objetos, los que fundamentaban a aquellos que se usaban para ser reflejados en la pared.
Se le obliga también a mirar al Sol y la visión de este lo ciega, pero también le hace comprender que es lo que lo fundamenta todo.
Una vez el prisionero liberado logra comprender y asimilar su nueva percepción de la realidad es obligado a retornar al fondo de la caverna para poder “liberar” a sus hermanos cautivos. Éste les habla de todo lo que ha visto, del error de su existencia y de su percepción del mundo y de la falsedad de las sombras. Para su sorpresa sus antiguos compañeros se ríen de él. Lo acusan de estar ciego por haber pasado de la claridad del Sol a la oscuridad de la caverna. Más aún, cuando nuestro prisionero logra liberar a sus hermanos y los fuerza a subir por la escarpada y peligrosa pendiente para salir de la caverna, éstos lo matan.

The Matrix
           
            A estas alturas muchos de vosotros ya habréis visto las semejanzas entre el mito de la caverna y la película de los hermanos Wachowski:
            La prisión para la mente humana llamada Matrix es la caverna y el Sr.Anderson / Neo es el prisionero desencadenado forzado a realizar el tortuoso viaje de iluminación. Pero ahí no se detienen los símiles… Recordad conmigo el tortuoso despertar al mundo real de Neo! Es un traumático y vertiginoso parto, culminado con una significativa ascensión hacía un haz de luz cegador que luego resultaría ser la Nebuchadnezzar (la nave de Morpheo), ¿casualidad?
            Encontramos más paralelismos conforme avanza la película mezclados con las revelaciones que Morpheo va haciéndole a su nuevo pupilo: La humanidad ha sido subyugada, Matrix es una gran mentira, es una prisión para el alma… y que él es el elegido. Sobre él recae el poder y la responsabilidad de hacer caer a la venda de los ojos a los humanos prisioneros en Matrix. Él debe deshacer el camino andado para volver a lo más profundo de la caverna e intentar mostrar la verdadera realidad a sus antiguos hermanos.
            Hasta en la reacción de los prisioneros de la caverna frente a las palabras de su hermano liberados encontramos un paralelismo en la película: Cifra. El miembro traidor de la tripulación de la Nebuchadnezzar tiene un fantástico diálogo que refleja perfectamente el desenlace del mito de Platón:


Tras todo lo dicho espero que os haya servido para aprender un poco sobre la filosofía de Platón y sobretodo que os haya animado a revisualizar The Matrix desde otro punto de vista. 





miércoles, 11 de julio de 2012

Star Wars y la tragedia griega



La tragedia griega es un género teatral originario de la antigua Grecia inspirado en los ritos y representaciones sagradas que se hacían en Grecia y Asia Menor, alcanza su apogeo en la Atenas del siglo V a.C. 
La tragedia es una forma dramática cuyos personajes protagonistas se ven enfrentados de manera misteriosa, inexpugnable e inevitable contra el universo o los dioses, moviéndose siempre hacia un desenlace fatal por una fuerza ciega, la fatalidad, el sino, el hado o fatum, anunciado siempre por diversos oráculos. Las tragedias han de acabar generalmente en la muerte o en la destrucción física, social, intelectual o moral del personaje principal, quien es sacrificado así a esa fuerza que se le impone, y contra la cual se rebela con orgullo insolente.
Como fuente principal de estudio y comentario he seleccionado El Nacimiento de la Tragedia de Friedrich Nietzsche por su visión más controvertida, polémica y dual de la cultura griega.
  En El Nacimiento de la Tragedia Nietzsche nos plantea la cultura griega clásica como una dualidad entre dos polos opuestos: Lo apolíneo (o apolínico) y lo dionisíaco.  Esta dualidad queda reflejada en el arte griego por excelencia: La tragedia.

Lo apolíneo

El término hace referencia al dios Apolo. En la leyenda homérica, Apolo era sobre todo el dios de la profecía, solía otorgar dicho don  a aquellos mortales a los que amaba. Apolo era un músico dotado, que deleitaba a los dioses tocando la lira.  Era también un arquero diestro y un atleta veloz, acreditado por haber sido el primer vencedor en los juegos olímpicos. También era el dios de la agricultura y de la ganadería, de la luz y de la verdad, del arte entendido como justa medida de representación  y enseñó a los humanos el arte de la medicina.
Todas estas acreditaciones convierten a Apolo en emblema del llamado carácter apolínico, que se caracteriza por la claridad de pensamiento, la racionalidad, la fijación de límites como yugo a las fuerzas salvajes de la naturaleza. Su arte primordial sería la escultura por su capacidad de representar en justa medida la realidad.  La serenidad, el equilibrio, la templanza o la rectitud son también características del llamado carácter apolíneo.

Lo dionisíaco

El término hace referencia al dios Dionisio. Dios del vino, inspirador de la locura ritual y el éxtasis. Se le suele caracterizar de dos maneras: una como dios de la vegetación, específicamente de los frutos de los árboles, que aparece representado a menudo en los vasos áticos con un cuerno con bebida y racimos de uvas. La segunda caracterización del dios apunta a los misterios de una divinidad que inspiraba cultos orgiásticos, de los que son ejemplo las ménades o bacantes. Este grupo de mujeres abandonaba el hogar y vagaba por el desierto entrando en un estado de éxtasis en su devoción al dios. Vestían pieles de cervatillo y se creía que poseían poderes ocultos.
Esta segunda imagen de Dionisio es la que mejor refleja el carácter dionisíaco. Reflejo del desenfreno, de la naturaleza salvaje, descontrolada, peligrosa y hasta mortal. Reflejo también de lo natural, instintivo, irracional y místico. Estudios sobre Dionisio le sitúan como un dios importado de Oriente, de las culturas más místicas, de la superchería y la elucubración de Tracia, Frigia, Anatolia, Libia o Arabia. En todo caso son sus significativos rituales los que dieron origen a lo que acabaría siendo la tragedia griega.

Conjunción de lo apolínico y lo dionisíaco en la tragedia griega

Como se ha indicado anteriormente, el origen de la tragedia griega (según lo que Nietzsche expone en El nacimiento de la tragedia) se encuentra en las bacanales en honor a Dionisio. El culto a este dios “extranjero” llegó a Grecia desde Oriente, ganando adeptos rápidamente.
En la floreciente cultura griega estos rituales tenían una función más allá de la simple adoración. Al alcanzar cotas de éxtasis, desinhibición y placer tan altas, los participantes se sentían en un estado de comunión perfecto. La sensación de formar parte de un todo indivisible, el conjunto, la masa, la marea de cuerpos y mentes unidos por un estado superior de exaltación. El bienestar obtenido a través de la sensación de saber que no se está solo en el mundo.
Cuando la bacanal terminaba y los participantes recobraban plena conciencia de su ser caían en un estado de depresión, tristeza y abatimiento enormes. La cruda soledad del momento de despertar les recordaba cuan duro es el mundo.
Los griego recogieron todas estas experiencias y las pasaron por el filtro de lo apolínico, transformando las orgías bárbaras y descontroladas en la tragedia griega clásica.  Estructuraron y reglamentaron la representación de la brutalidad de la Naturaleza y lo violento de la vida. “Civilizaron” lo irracional e impulsivo para refinarlo en un noble arte digno de la elevada cultura griega.
La función de la tragedia seguía siendo la misma, la catarsis (entendida como purga o purificación). Los espectadores se hacen partícipes de la obra en el momento en que ésta les hace sentir todo un conjunto de fuertes emociones. Los actores promueven las emociones con la trama y el desarrollo de la obra, mientras que el coro, gracias al efecto de la música lo une todo en un elemento simbólico común. Gracias a la tragedia los griegos purgaban de su cuerpo esta amalgama de fuertes emociones, las descargaban en la representación, de la misma forma que los asistentes a un partido de fútbol.
Para poder realizar esta importante función el tema y la trama de la tragedia griega debía ser pesimista por esencia. Debía reflejar extremadamente lo dura, horrible y cruel que puede llegar a ser la vida. Los espectadores debían ver reflejadas las penurias y desgracias que les podían acaecer a cualquiera de ellos para sentirse bien. De ahí los siempre fatalistas argumentos.

El héroe trágico

            A través de uno de los héroes trágicos más arquetípicos de la historia, Edipo, veremos cuáles son los rasgos que lo caracterizan, distinguiéndolo así de los héroes de la mitología contemporáneos a su época.
            Edipo es el héroe trágico por excelencia, y posiblemente el más conocido incluso en la actualidad. No sólo ha dado lugar a multitud de adaptaciones y actualizaciones del personaje, sino que incluso lo bizarro de su temática ha sido muy utilizado por la cultura popular de nuestra época. 
            Ya antes de nacer, Edipo estaba condenado por una terrible profecía emitida por el Oráculo de Delfos al Rey Layo de Tebas. La profecía dictaba que el hijo varón de Layo lo mataría y se casaría con su esposa, Yocasta. Para evitar tan terrible destino, Layo y Yocasta abandonaron a Edipo a la intemperie. Sin embargo, Edipo fue recogido por unos pastores y, eventualmente, llegó a ser adoptado por el rey Pólibo, el cual creyó toda su vida que era su verdadero padre.
            Edipo pasó su infancia y adolescencia en la corte de Pólibo. Tras un tiempo, por distintos motivos según la versión, Edipo sospecha de su ascendencia, y realiza un viaje para averiguar la verdad del Oráculo. En el transcurso de este viaje a Edipo le es revelado su funesto destino y, resuelto a evitar por todos los medios la más remota posibilidad de dar muerte a quien cree su padre, Pólibo, se exilia y va a parar a Tebas, donde en un cruce tiene un altercado con un pomposo viajero al cual da muerte. El viajero resulta ser el Rey Layo, cumpliéndose así parte de la profecía, aunque ignorante Edipo prosigue su camino.
            En Tebas Edipo llega a enfrentarse a la Esfinge, un monstruo mitad león y mitad mujer famosa por sus enigmas, así como por la terrible muerte que seguía a quienes no hallaban la respuesta adecuada. Edipo, sin embargo, resuelve no uno si no dos enigmas, llevando a la Esfinge a la locura y a despeñarse por un risco. Alzándose campeón los tebanos lo coronaron rey, ofreciéndole la mano de la viuda Yocasta en matrimonio. Edipo aceptaría, cumpliendo así la última parte de la profecía.
              Edipo en este punto ha roto dos de los tabúes de la sociedad, el parricidio y el incesto, y por tanto los dioses castigan Tebas con una plaga. El misterio de esta plaga queda rápidamente resuelto cuando el oráculo responde que es consecuencia de la muerte del rey Layo, por lo que Edipo perseguirá a los supuestos bandidos que asesinaron al anterior rey hasta que, finalmente, conforme la red de evidencias se van cerrando entorno al trágico héroe, los protagonistas toman conciencia de cómo la fatídica profecía del principio de la historia se ha cumplido, Yocasta se suicida, y Edipo se saca los ojos y se arroja al exilio.

            En la historia de Edipo encontramos todos los rasgos que caracterizan al héroe trágico. A grosso modo, podemos resumir que el Héroe Trágico es aquel que se revela contra su Destino nefasto, sin éxito, y finalmente es consumido por él.
            El Destino existe por encima de las vidas de todos los humanos. Rige sus vidas, y es inexorable e ineludible. No importa en absoluto las cualidades de la persona, pues séase virtuoso o villano, el Destino llevara a uno y a otro a cumplir con lo que le corresponde independientemente de las cualidades o la moral de cada uno. Además, es un Destino que está al alcance de los seres humanos. Mediante Oráculos y Profetas uno es capaz de conocer su Destino (de forma más o menos enigmática), y lo correcto por parte del héroe sería seguir los pasos que le dicta su Destino. Sin embargo, el Héroe Trágico siempre se revelará contra su Destino, por razones más o menos nobles, y procurará evitarlo a toda costa. Este enfrentamiento contra su Destino, generalmente, aunque estará repleto de hazañas heroicas y grandes sacrificios, no servirá de nada pues el Destino se terminará cumpliendo. Además, los mismos actos que el Héroe Trágico lleve a cabo para evitar su Destino serán los que precipiten el cumplimiento del mismo, remarcando de este modo la futilidad del esfuerzo y el insuperable poder del Destino. Más aún, todo el mal vaticinado por un Destino nefasto aumenta cuanto más se resiste el Héroe Trágico a entregarse a él.
            Las Hazañas que el Héroe Trágico lleva a cabo son sobrehumanas y legendarias, pero suelen tener un precio para el Héroe. Requieren de este, además de algún tipo de proeza que sólo él puede hacer, un sacrificio personal que debe entregar para tener éxito. Además, como se ha dicho anteriormente, el éxito que cosechará ante la adversidad momentánea, tenderá a la larga a formar parte de la cadena de sucesos del Destino nefasto que culminarán en la desgracia para el Héroe.
            Finalmente, el Héroe y sus allegados siempre terminan mal. El desequilibrio que el Héroe Trágico provoca al intentar escapar a su Destino se convertirá en una espiral que recogerá a todos los personajes cercanos al Héroe, y todos ellos caerán en la culminación del Destino. Además, esto ocurrirá por la acción directa del Héroe en su refriega; Los personajes que envuelven al Héroe no están destinados a caer, pero la batalla del Héroe contra el Destino los arrastrará con él.

            En la historia de Edipo vemos claramente que la profecía existe antes incluso de que el Héroe haya nacido y cómo los diversos intentos de evitar el destino se van cobrando sacrificios en las vidas de los implicados. Edipo mata a su padre huyendo precisamente de cumplir su Destino como parricida, y a la vez el malentendido es provocado por el intento del Rey Layo de evitar el cumplimiento de la profecía abandonando a su hijo. Edipo vaga hasta Tebas en un exilio auto-impuesto y pasando penurias, y precisamente la aparente “victoria” contra la Esfinge tiene como premio el cumplimiento de la segunda parte de la profecía; la del incesto. Finalmente, la plaga se cobra numerosas vidas en la ciudad, lo cual no estaba en la profecía, pero ocurre porqué Edipo y Yocasta están convencidos de que han burlado al Destino. Cuando este se desata, la muerte es la recompensa de Yocasta, y el exilio y la ceguera lo son para Edipo, dejando tras de sí una ciudad sin reyes y consumida por la peste.

     La tragedia en Star Wars

            La tragedia y su característico héroe han sobrevivido a las inclemencias del paso tiempo y se han mantenido como género con total vigencia e importancia. El motivo es simple: Su función y su temática son atemporales, el ser humano necesita descargar y limpiar sus frustraciones, miedos, inseguridades… el paso del tiempo únicamente a hecho evolucionar el formato por el cual disfrutamos tanto de las tragedias modernas como clásicas, y como ejemplo clarísimo de tragedia moderna tenemos Star Wars.
            Esta saga de seis películas iniciada en 1977 y terminada en 2005 es posiblemente una de las mayores tragedias de nuestro tiempo. Ahorrándonos las gran mayoría de escenas de acción analicemos la historia de Anakin Skywaker.
            Anakin nace en Tatoine, en el extremo más lejano y remoto de la galaxia. Es esclavo de un chatarrero hasta que una pareja de jedis, que por avatares del destino han acabado en ese planeta, lo liberan y se lo llevan con él para formarlo como Jedi.
            Ya en sus inicios lo envuelve un halo de misterio, su madre asegura que nunca hubo un padre (asemejándolo así a Jesús, nacido gracias a la divina providencia) y su innata capacidad para sentir, controlar y manipular la Fuerza le valdrán el título del Elegido “aquel que traerá el equilibrio a la Fuerza”. De esta forma tenemos el elemento profético marcado. Es un personaje singular, dotado de un futuro cargado de responsabilidad.
            Cuando es presentado ante el Consejo Jedi para poder aprender el camino de la Fuerza el maestro Yoda deja patente el miedo latente en el joven Anakin. No niega su gran conexión con la fuerza, sino que es posible que ya sea demasiado mayor para aprender a llevar la vida de desapego emocional que se requiere para convertirse en Jedi. A pesar de todos los avisos y advertencias  finalmente se le acepta como padawan.
            Durante su entrenamiento como padawan suceden dos episodios cruciales: Su madre muere tras ser secuestrada por bandidos tusken y se enamora de Padme, reina del planeta Naboo y senadora galáctica.
            Durante el transcurso de la guerra civil que azota la galaxia Anakin es nombrado Caballero Jedi mientras que su relación con Padme ha transcurrido en secreto para todo el mundo. Pero la pérdida de su madre sembró la semilla del peor de los miedos en su interior. Sueños y visiones donde su amada también muere lo atormentan. Su obsesión por hacerse poderoso y de esta forma evitar que sus seres queridos mueran es palpable. Su jovial y alegre carácter se va agriando conforme ve que las visiones y sueños premonitorios persisten. Además, el senador Palpatine también instiga y acrecienta ese miedo y su ansia de poder.
            Padme da la noticia a Anakin de que está embarazada, lo que será el argumento final para que esté dispuesto a hacer todo lo que esté en su mano para evitar que se cumplan sus funestos sueños premonitorios. Claro reflejo del héroe trágico que lucha con uñas y dientes contra su Destino.
            La relación de Anakin con el nuevo Emperador de la Galaxia llega a tal punto de confianza que éste le confiesa ser un Sith, enemigo mortal de los Jedi, la cara opuesta en el equilibrio de la Fuerza. Anakin, alarmado y con una terrible lucha interna decide delatarle al Consejo Jedi, pero en el fondo su destino ya está escrito:
Cuando los Jedis se disponen a detener al malvado Sith Anakin decide convertirse en todo aquello contra lo que había jurado luchar: Ayuda a Palpatine/Darth Sidious a destruir a los Jedis y sella su pacto de fidelidad al lado Oscuro de la Fuerza a cambio del poder necesario para evitar la muerte de su amada.
Cuando Padme ve en qué se ha convertido Anakin lo rechaza. Ya nada queda en él de lo que era antes; Obi-wan a su vez se ve obligado a luchar a muerte contra su antiguo alumno, su mejor amigo y compañero de armas. Tras una cruenta batalla Obi-wan deja malherido a Anakin que, entre agónico sufrimiento y dolor, jura su odio eterno hacia el y hacia los Jedis. Es ahí donde finalmente Anakin muere y nace Darth Vader.
Padme morirá poco después de dar a luz a sus dos gemelos. Se afirma literalmente que ella misma se deja morir, ya nada tiene por lo que luchar, la muerte de Anakin provoca la suya propia. Es la culminación de la tragedia. Todo aquello por lo que el heroe lucha para evitar se cumple por su propia culpa y esfuerzos. Vemos como se cumplen todos los principios del héroe de la tragedia griega: Su destino está marcado a través de la Fuerza que le avisa y le advierte de su futuro. Se enfrenta a ese destino fracasando irremediablemente a pesar de todas sus gestas y proezas, muriendo en el proceso y trayendo la mas terrible desgracia a todos aquellos que le rodean: La muerte de Padme, la casi aniquilación de los Jedis y la instauración de un totalitario Imperio galáctico gobernado por un Lord del Sith.